Tercera parte
Capítulo 1
Anais dio un paso
lejos de ambos y llevó uno de sus dedos a su boca, distraídamente comenzó a
morderse la uña mientras veía a Gabriel observar el libro atentamente, página
por página. Jeremy solo sonreía como si nada.
—Esto es interesante
—dijo Gabriel, ella notó que también su voz estaba un poco más ronca de lo
normal.
—Solo es un libro
—murmuró y se cruzó de brazos.
Ambos la miraron
enseguida, más tiempo de lo requerido.
—¿Por qué pediste
algo así? —preguntó Gabriel, siguió observando el libro.
Anais podía ver sus
dedos, largo y elegantes mover las hojas una por una. Tragó un poco y tomó
aire, para borrar cualquier imagen que el libro le ayudo a crear en su cabeza.
—Estoy haciendo una
investigación —soltó, volvió a mirarlos esperando.
Luego estiró ambas manos
hacia el libro.
—Me lo regresas.
—Dinos por qué estas
investigando esto —dijo Gabriel, la miró esperando.
—Solo —susurró y miró
a cualquier parte menos a ellos—quiero saber… como es… con dos…
No puedo decir más.
Jeremy se quejó y
Gabriel cerró los ojos.
—No puedo soportar
esto más —gruñó Jeremy y se acercó a ella. Lo miró sorprendida.
Cuando él agarró su
rostro con ambas manos se tensó.
—Anais —dijo él serio
—por semanas hemos evitado esto pero ya no… —él tomó aire y suspiró—, necesito
—se acercó más a ella.
Anais observó sus
ojos oscuros, su mandíbula tensa, sus labios llenos y pensó.
Se suponía que debía
tomar una decisión luego de que llegaran los libros, se suponía que debía
elegir entre hacer esto como lo había planeado o dejarse llevar. Pero ahora no
recordaba su plan, para nada, pasó que solo le quedaba una salida, una que no
podía controlar.
Ella recorrió la
distancia que los separaba y lo besó, suavemente. Cuando se alejó vio la
sorpresa en los ojos de Jeremy, solo que él se encargó del asunto enseguida. Él
no solo la besó, hizo esa cosa que con su boca, entre caricia delicada y beso
arrollador. Algo que hacia sus piernas temblar y a su vientre calentarse.
Ella tocó su pecho y gimió
mientras devoraba sus labios. La lengua de Jeremy acaricio su labio inferior y
ella separó sus labios para darle la bienvenida. Él la abrazó de la cintura y
la pegó a su cuerpo, este se curvo hacia él. Anais jadeó y se alejó un poco
para sentir los labios de Jeremy recorrer su cuello.
Cerró los ojos unos
segundos pero luego los abrió y se encontró con la mirada de Gabriel. Él permanecía
a un lado, observándola intensamente.
Anais estiró una mano
hacia él, llamándolo.
—¿Estas segura?
—preguntó él.
—Sí —susurró. Lo
estaba.
Gabriel dejó el libro
sobre la mesa y llegó a su lado. Él tomó su mano y besó su palma sin dejar de
ver sus ojos.
Cuando Jeremy la
liberó un poco ella se giró hacia un lado, Gabriel se adueñó de su boca
enseguida. Con más intensidad que Jeremy.
Gimió contra sus labios
al sentir los de Jeremy contra su cuello y más abajo, sobre todo porque sus
dedos estaban empujando su vestido hacia abajo. Se estremeció cuando él bajó el
cierre trasero y se alejó de ella. Gabriel la atrajo enseguida, pegándola a su
cuerpo, duro y caliente. Él profundizó el
beso, tanto que ella volvió a estremecerse.
De repente unas manos
aparecieron en su espalda y bajaron el vestido hasta sus codos. Otras le
ayudaron a salir de él. Anais solo mantuvo sus ojos cerrados, sintiendo como la
desnudaban.
Cuando por fin estuvo
en ropa de interior Gabriel volvió a besarla y el cuerpo de Jeremy la apreso
por detrás.
—Dios —susurró cuando
sintió los de dos Jeremy en su trasero, solo que se quedó muda cuando Gabriel
cayó de rodillas delante de ella. Lo miró un tanto inquieta y sorprendida.
Él besó su vientre y
llevó sus dedos a sus ropa interior, listo para quitársela. A pesar de todo
sintió pánico y detuvo sus manos.
—¿Qué pasa?—pregunto
él.
Tragó.
—¿Qué pasa cariño?
—murmuró Jeremy detrás de ella, él acaricio sus brazos.
—Yo… —tragó.
Ambos se pararon delante
de ella.
—Yo —susurró ella y
observó alrededor avergonzada —jamás he hecho esto —murmuró —soy virgen.
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