miércoles, 19 de marzo de 2014

La pasión de Anais. tercera parte, Capítulo 1.



Tercera parte
Capítulo 1

Anais dio un paso lejos de ambos y llevó uno de sus dedos a su boca, distraídamente comenzó a morderse la uña mientras veía a Gabriel observar el libro atentamente, página por página. Jeremy solo sonreía como si nada.
—Esto es interesante —dijo Gabriel, ella notó que también su voz estaba un poco más ronca de lo normal.
—Solo es un libro —murmuró y se cruzó de brazos.
Ambos la miraron enseguida, más tiempo de lo requerido.
—¿Por qué pediste algo así? —preguntó Gabriel, siguió observando el libro.
Anais podía ver sus dedos, largo y elegantes mover las hojas una por una. Tragó un poco y tomó aire, para borrar cualquier imagen que el libro le ayudo a crear en su cabeza.
—Estoy haciendo una investigación —soltó, volvió a mirarlos esperando.
Luego estiró ambas manos hacia el libro.
—Me lo regresas.

—Dinos por qué estas investigando esto —dijo Gabriel, la miró esperando.
—Solo —susurró y miró a cualquier parte menos a ellos—quiero saber… como es… con dos…
No puedo decir más.
Jeremy se quejó y Gabriel cerró los ojos.
—No puedo soportar esto más —gruñó Jeremy y se acercó a ella. Lo miró sorprendida.
Cuando él agarró su rostro con ambas manos se tensó.
—Anais —dijo él serio —por semanas hemos evitado esto pero ya no… —él tomó aire y suspiró—, necesito —se acercó más a ella.
Anais observó sus ojos oscuros, su mandíbula tensa, sus labios llenos y pensó.
Se suponía que debía tomar una decisión luego de que llegaran los libros, se suponía que debía elegir entre hacer esto como lo había planeado o dejarse llevar. Pero ahora no recordaba su plan, para nada, pasó que solo le quedaba una salida, una que no podía controlar.
Ella recorrió la distancia que los separaba y lo besó, suavemente. Cuando se alejó vio la sorpresa en los ojos de Jeremy, solo que él se encargó del asunto enseguida. Él no solo la besó, hizo esa cosa que con su boca, entre caricia delicada y beso arrollador. Algo que hacia sus piernas temblar y a su vientre calentarse.
Ella tocó su pecho y gimió mientras devoraba sus labios. La lengua de Jeremy acaricio su labio inferior y ella separó sus labios para darle la bienvenida. Él la abrazó de la cintura y la pegó a su cuerpo, este se curvo hacia él. Anais jadeó y se alejó un poco para sentir los labios de Jeremy recorrer su cuello.
Cerró los ojos unos segundos pero luego los abrió y se encontró con la mirada de Gabriel. Él permanecía a un lado, observándola intensamente.
Anais estiró una mano hacia él, llamándolo.
—¿Estas segura? —preguntó él.
—Sí —susurró. Lo estaba.
Gabriel dejó el libro sobre la mesa y llegó a su lado. Él tomó su mano y besó su palma sin dejar de ver sus ojos.
Cuando Jeremy la liberó un poco ella se giró hacia un lado, Gabriel se adueñó de su boca enseguida. Con más intensidad que Jeremy.
Gimió contra sus labios al sentir los de Jeremy contra su cuello y más abajo, sobre todo porque sus dedos estaban empujando su vestido hacia abajo. Se estremeció cuando él bajó el cierre trasero y se alejó de ella. Gabriel la atrajo enseguida, pegándola a su cuerpo, duro y caliente.  Él profundizó el beso, tanto que ella volvió a estremecerse.
De repente unas manos aparecieron en su espalda y bajaron el vestido hasta sus codos. Otras le ayudaron a salir de él. Anais solo mantuvo sus ojos cerrados, sintiendo como la desnudaban.
Cuando por fin estuvo en ropa de interior Gabriel volvió a besarla y el cuerpo de Jeremy la apreso por detrás.
—Dios —susurró cuando sintió los de dos Jeremy en su trasero, solo que se quedó muda cuando Gabriel cayó de rodillas delante de ella. Lo miró un tanto inquieta y sorprendida.
Él besó su vientre y llevó sus dedos a sus ropa interior, listo para quitársela. A pesar de todo sintió pánico y detuvo sus manos.
—¿Qué pasa?—pregunto él.
Tragó.
—¿Qué pasa cariño? —murmuró Jeremy detrás de ella, él acaricio sus brazos.
—Yo… —tragó.
Ambos se pararon delante de ella.

—Yo —susurró ella y observó alrededor avergonzada —jamás he hecho esto —murmuró —soy virgen.

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