Tercera parte
Capitulo 5
Dos días después Leslie observaba a
Yerie y Alex hablar tranquilamente, muy tranquilamente. Estaban tan relajados
entre ellos que llegaba a ser un tanto cómico. Se preguntó cuánto tiempo
pasaron tensos por ella, sin saber cómo decirle sobre su relación.
Cuando Alex asintió y dejó su taza
con café en el lavaplatos, dejó de comer. Sobre todo porque él se inclinó hacia
Yerie para darle un beso de despedida. Como si él sintiera que los observaba la
miró un segundo antes de besar a Yerie. Ella tragó ante la escena. No fue un
beso escandaloso ni nada, solo un despedida que un así hizo que su estómago se
tensara. Luego lo vio caminar hacia ella con una ceja alzada.
—Me voy a trabajar —le dijo con
tranquilidad, asintió enseguida. Él sonrió divertido y cuando la vio arrugar su
frente se agachó y sorprendiéndola también la besó, con un poco más de
intensidad que a Yerie, pero lo hizo. Luego se alejó y se despidió.
Cuando abandonó la cocina miró a
Yerie.
—Él está… —no supo cómo decirlo.
—De buen humor —Yerie sonrió —ambos
creemos que esto puede resultar. Por eso el buen humor esta mañana.
Ella asintió suavemente y suspiró.
—¿Estas segura de esto? —él se
sentó enfrente.
Asintió.
—Sí, lo estoy —tomó aire y lo
exhaló de una vez—debo intentarlo siquiera, ¿no?
Él asintió suavemente.
—Ven —le dijo luego de un rato
—quiero mostrarte algo.
Leslie lo siguió por la casa hasta
la habitación que estaba vacía cuando ella llegó. Luego de que él abriera la
puerta le indicó que pasar y lo hizo. Jadeo al ver todo lo que había allí.
—Yerie —murmuró emocionada al ver
los caballetes, lienzos, pinturas, la bonita mesa y silla cerca de la ventana.
Y el mueble que había a un lado con todo lo que un pintor pudiera necesitar y
querer.
—¿Cuándo? —ingresó a la habitación,
maravillada.
—Fue idea de Alex —lo miró
enseguida —así que compramos todo y armamos este lugar para ti.
—Gracias —susurró y miró la enorme
ventana por la cual ingresaba la luz.
Yerie llegó tras ella y la abrazó,
se apoyó en su pecho y cerró los ojos.
—Sé que todo saldrá bien, ya lo
veras.
Ella se giró y lo miró a los ojos.
Yerie la beso suavemente, con cierta timidez. Ella se sintió por un segundo
extraña al sentir ese gesto, ahora la imagen de Alex y el besándose se
presentaría en su cabeza cada vez que él hiciera eso. Tenía que acostumbrarse,
se dijo.
Al notar que ella le respondía
Yerie aumentó la intensidad de esa caricia, luego acaricio su espalda y
recorrió con sus labios su cuello antes
de murmurar.
—Asi que Alex estaba celoso —lo
escuchó reír suavemente.
—Sí —él la miró—lo estaba pero por
los dos —alzo una ceja —por mí y por ti, porque yo me estaba acostando contigo
y porque él también quería hacerlo, pero ya vez, Alex es más… reservado.
Ella asintió enseguida y sonrió un
poco.
—Sí, lo noté —él recorrió sus
labios con sus dedos —y tú, no te pone celoso saber que estuvimos juntos—. Él
sonrió suavemente.
—No —le aseguró —la idea me excita,
y más aún, me gustaría verlos juntos.
Ella tomó aire y él volvió a
besarla, con la suficiente intensidad para robarle el aire.
—Sí —jadeo ella mientras él seguía
bajaba a entretenerse en su cuello —¿te gustaría vernos?
—Aja —murmuró él, lo sintió sonreír
—me gustaría ver como él te besa aquí—depositó un beso en su hombro —como sus
manos recorren tu cuerpo —acaricio su espalda hasta su trasero para atraerla
más hacia él.
Leslie suspiró al sentirlo contra
su bajo vientre.
—¿Te gustaría? —murmuró y lo abrazó por los hombros —ver cómo me
desnuda —él comenzó a moverse y llevarla consigo —como yo lo desnudo y tocó su
cuerpo.
Él siguió besando su cuello,
acariciando su espalda hasta que le bajo el cierre del vestido. Cuando sintió
sus manos contra su piel Leslie se estremeció.
—No solo eso —murmuró él contra su
oído —quiero verte tocarlo, acariciarlo, como te lo llevas a tu boca —ella tomó
aire al oírlo —como ingresa a tu cuerpo —Leslie gimió suavemente y luego jadeo
cuando cayó sobre el sofá de la sala.
Yerie subió sobre ella y observó su
rostro. Sonrió.
—Te gustaría, que los observara
juntos —él le quitó el vestido y lo dejó hacer —o quieres tenernos a los dos
tocándote —tragó —tener cuatro manos tocando y acariciando tu cuerpo.
Yerie tomó sus pechos para
acariciarlos, Leslie gimió.
—Que mientras yo te tocó así Alex
acariciaría tu sexo —él se acercó y besó su boca, apenas unos segundos antes de
bajar para llevarse a la boca uno de sus picos duros y necesitados.
—Yerie —jadeo ella.
—Dímelo —pidió él con voz roca —nos
quieres a ambos contigo. Tocándote. Besándote. Dándote placer —ella gimió y
cerró los ojos ante la idea.
Ambos con ella, prestándole toda su
atención, tocándola lento y rápido, con suavidad y fuerza.
Cuando él se alejó lo miró
enseguida, lo vio quitarse la ropa y acomodarse sobre ella. Se miraron a los
ojos mientras en la acariciaba con una mano. Yerie la besó luego de decir su
nombre y mientras acariciaba sus labios ingreso a su cuerpo lentamente. Leslie
gimió. Lo abrazó con piernas y brazos mientras él se movía suavemente.
—¿Te gustaría? —jadeo Yerie contra
su oído, sin detenerse —tenernos a ambos dentro de ti.
Ella gimió y se movió suavemente
bajo él.
—A ambos queriéndote de esta forma,
adorándote así.
Leslie no puedo soportarlo más,
sobre todo porque él aumentó sus empujes luego de sus palabras, y por la idea
que plantó en su cabeza, pero sobre todo porque en vedad lo quería. Los deseaba
a ambos así.
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