Segunda parte
Capitulo 4
Leslie tomó aire al oír las
palabras de Yerie, solo terminó por asentir.
Él volvió a besarla mientras
recorría solo su rostro y cuello con una mano. Se movió suavemente bajo él,
queriendo sentirlo contra su cuerpo. Leslie se estremeció al darse cuenta en
verdad de cuanto lo deseaba, lo quería contra ella y dentro de su cuerpo.
Yerie se alejó de su boca para
continuar por su cuello. Se quedó segundo allí asegurándose de besar toda su
piel antes de besar y acariciar con su nariz sobre su escote.
Leslie se estremeció al sentir su
respiración cálida y luego sus labios húmedos.
—Yerie —susurró, quería que fuera
más rápido.
—A mi ritmo —murmuró él y siguió
besando y bajando por su cuerpo sin quitarle la ropa.
Él acaricio su cuerpo sobre el
vestido. Sus pechos pequeños, que desaparecieron bajo sus manos. Acaricio sobre
sus costillas hasta su cintura y cadera. Bajó por sus muslos hasta sus rodillas
y tobillos. Allí tomó el vestido y metió sus manos bajo el. Comenzó a subir
lentamente. Leslie podía sentir sus manos con su piel pero no verlo. Él
acaricio sus piernas hasta sus rodillas y al sentirla removerse y reírse un
poco sonrió de vuelta.
—Cosquillas —murmuró, ella asintió
—exploraremos eso otro día.
Ella suspiró tranquila al saber que
no iba a comenzar a jugar así con ella justo en ese momento.
Yerie continuó hasta sus muslos, acariciando
la piel por fuera hasta que sus dedos tocaron su ropa interior. Él se la quitó
y la dejó sobre sus rodillas. Regresó a su cadera y se movió por su vientre.
—Yerie —ahora casi rogó.
Él sonrió y siguió solo tocándola.
—Abre las piernas, hermosa —murmuró
él. Lo hizo pero no mucho. Sus rodillas estaban afirmadas con su ropa interior.
Quiso quitárselas pero él se lo impidió.
Yerie se movió por su vientre hacia
abajo hasta que llegó cerca de su sexo. Se detuvo justo antes de tocarla y la
observó.
—Respira —murmuró y ella lo hizo.
Sonriendo él se movió hacia abajo, acaricio su clítoris y continuó hasta su
entrada, la cual invadió lentamente.
Leslie gimió y cerró los ojos.
Jadeo cuando el metió y sacó su
dedo, y volvió a gemir cuando acaricio su nudo con su pulgar. Él siguió por
segundos así, hasta que ella supo que iba a correrse. Yerie se detuvo justo
cuando comenzó a sentir pequeños espasmos.
—¡No! —jadeo y lo miró.
Él se alejó y se puso de pie. Luego
se acercó y le ayudó a sentarse para quitarle el vestido. Leslie sentía su
cuerpo pesado y caliente, solo se dejó guiar por él hasta que la tuvo desnuda y
volvió a recostarla. Él volvió a alejar se solo para desnudarse. Lo observó
fascinada mientras se desasía de su ropa con seguridad y sin prisa.
Leslie observó el suave bello
oscuro allí y como este bajaba por su vientre. Gimió al observar su sexo duro y
erguido, y más al ver que era un poco más largo de lo que esperó. Ella se
mordió el labio y comenzó a levantarse.
—Espera —susurró él y lo miró, él
estiró una mano hacia ella y la ayudó a pararse.
Luego la guio hacia una silla cerca
de la ventana y se sentó. Ella tragó al comprender su idea.
—Ven aquí —murmuro él y la ayudo a
sentarse sobre sus piernas, a horcajadas. Ambos gimieron cuando ella se acomodó
sobre él y lo acaricio con su sexo.
Leslie observó entre los dos el
sexo de Yerie, movió sus caderas contra hasta que él agarró su rostro y la
besó. Ella gimió y siguió moviéndose suavemente.
—Llévame dentro de ti —jadeo él y
agarró sus caderas —quiero verte tomarme.
Ella gimió y luego tragó. Como el
pidió y con su ayuda lo guio dentro de su cuerpo. Ella gimió suavemente al
sentir como invadía su cuerpo, lentamente. Dado un momento se detuvo y lo saco
un poco para volver a bajar. Cuando miró entre los dos gimió al saber que aún
faltaba, tenía la impresión de que ya no cabía más dentro de ella.
—Yerie —susurró tensa.
—Si puedes, hermosa —murmuró él
contra su oído. Él la guío y la levantó sin dificultad, luego volvió a bajarla
y empujar en contra. No se detuvo hasta que sintió sus caderas bajo ella.
Ella besó su mandíbula y luego su
boca mientras se acostumbraba a él. Yerie gimió contra su boca a sentirla
moverse suavemente pero no la apresuró. Solo movió una de sus manos por su
espalda para acariciarla. Leslie solo soportó esa tranquilidad unos minutos,
apenas un segundo después ya estaba moviéndose contra él. Cada vez más rápido,
empujando con más energía.
Una de sus manos llego a la silla
para afirmarse mientras la otra se mantenía en el hombro de Yerie. Leslie jadeo
contra su boca y se alejó. Jamás se había sentido así en su vida, nunca
mientras hacía el amor con un hombre. Si había tenido varias relaciones,
incluso algunas que solo apenas habían durado un par de horas, pero la
sensación de estar sola siempre había permanecido dentro de su corazón. Solo
que ahora, justo en ese momento, no solo sentía a ese hombre dentro de ella,
sino también en su corazón, incluso en su cabeza. Lo único en que podía pensar
era en él, todo su cuerpo se concentraba en Yerie, como si estuviera atraída
por un imán.
Cuando se movió más rápido y el la
ayudo gimió, Yerie jadeo su nombre antes de gemir, ella observo su rostro y los
ojos Yerie también la observaron fijamente. Él afirmó su rostro con una mano y
la besó muy suavemente antes de que ambos gimieran.
—Me voy a… —jadeó ella sin poder
contenerse más, era algo demasiado grande para detenerlo.
—Hazlo, hermosa —susurró él —déjame
verte.
Leslie gimió y por fin alcanzo su
liberación, no fue consciente de nada mas, solo uno minutos después pudo
conectar su cerebro con su cuerpo y su boca. Murmuró algo que hasta ni ella
comprendió y observo el mentón de Yerie.
Él suspiró y la abrazó contra su
cuerpo.
—Fue mejor de lo que creí.
Leslie soltó una carcajada y él rió
suavemente.
—Sí —dijo ella medio en broma—,
¿quién lo diría?
Porque ella, no, jamás imaginó
siquiera que se podría llegar a sentir así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario