viernes, 25 de julio de 2014

La fantasía de Leslie. Segunda parte, Capitulo 2.


Segunda parte
Capitulo 2
Leslie observó a Alex unos segundos, se preguntó si él estaba muy concentrado en la cocina o si simplemente la ignoraba a propósito. No se había girado en ningún momento a ver quién estaba allí, y eso que había ingresado a la cocina hacia diez minutos.
Suspiró sin importarle que él la oyera y tomó un mechón de su cabello para envolver su dedo, de ida y vuelta. Alex se movía con elegancia por el lugar. Cortaba frutas y verduras tranquilamente, moviendo el cuchillo con cierta destreza, con la que solo un médico podía tener.
Ella notó que él ocupaba todo el lugar, que llenaba la habitación completamente. Se dio cuenta de que entendía porque no le gustaba que le ayudaran. Alex cambiada lo que estaba haciendo tan de repente que otra persona allí solo lo entorpecería.

Unos segundos después la puerta a su lado fuera abierta. Ella sonrió enseguida al ver a Yerie allí, no lo había visto en todo el día y lo había echado de menos.
Ella advirtió que allí Alex si se giró para ver. Solo que cuando Yerie se acercó suavemente y acarició su rostro con sus dedos dejó de prestarle atención. Yerie observó sus ojos y luego su boca unos segundos. Pudo ver allí cuanto deseaba besarla. Por eso se mordió el labio inferior suavemente.
Yerie tomó aire antes de dejar de verla y observar a Alex. Leslie los vio saludarse con un movimiento de cabeza, ninguno se acercó. Ella arrugó su frente al notar que desde hace unos días ambos se estaban comportando de forma extraña, no se acercaban mucho, era como si mantuvieran una distancia entre ellos, casi como si la hubieran medido y decidió entre los dos. También había notado que ambos desprendían cierta tensión cuando se veían. Era como si el aire se electrificara entre los dos.
—¿Quieres que te ayudemos? —le preguntó Yerie a Alex, él siempre lo preguntaba.
—No, gracias—. Alex siempre respondía lo mismo.
Yerie la miró y sonrió más relajado.
—¿Quieres ver televisión?
Ella rió y asintió.
—Solo quieres que te acompañe.
—Bien, acepto que verme a mí mismo en la televisión es extraño—. Él siguió sonriendo —¿quieres?
—Claro que sí —respondió y lo siguió fuera del lugar.
Antes de salir de la cocina ella miró por sobre su hombros a Alex, que también la observaba. Cuando sus ojos se encontraron Leslie se detuvo un segundo, él dejó de observarla al siguiente.
***
—¿Entonces? —le preguntó Yerie suavemente.
Estaba sentado a su lado, más cerca que otras veces, lo miró.
—¿Qué? —preguntó y observó las noticias comenzar.
—¿Has logrado hablar con él?
Ella lo miró y negó suavemente con su cabeza.
—Bueno, tampoco es que lo haya intentado, pero Alex parece más tenso que antes.
Yerie arrugó su frente y observó la televisión. Solo luego de unos minutos la miró.
—Veré por qué esta así.
Ella arrugó su frente.
—Creo que lo sabes —murmuró, él no dijo nada—, pero entiendo si no quieres decírmelo.
—No es que no quiera —murmuró él, Yerie suspiró —solo es un poco complicado ahora.
Ella tocó su rostro al ver la tensión allí, lo acaricio de la misma manera que a él le gustaba hacerlo. Yerie suspiró ante su contacto.
—No te preocupes —murmuró Leslie.
Aunque las noticias comenzaron ninguno se movió. Siguieron observándose por largos segundos, sin decir nada o moverse. Leslie se movió hacia él como si un imán la estuviera atrayendo, solo que se detuvo a unos centímetros de distancia sin saber cómo podía reaccionar él si lo besaba.
Y deseaba tanto hacerlo, él no había vuelto a besarla y extrañamente lo echaba de menos.
Yerie levantó su mano y tocó su rostro. Ella cerró los ojos al sentir como su pulgar llegaba a sus labios para delinearlos lentamente.
—Eres hermosa—. Ella se estremeció.
Muchas veces le habían dicho eso, bonita, hermosa, increíble, pero nunca en ese tono de voz, de esa forma tan íntima, casi perfecta. Antes se lo habían dicho porque según los cánones de belleza lo era, como decir esa rosa es hermosa. Yerie se lo dijo como si en verdad lo creyera, con cierta reverencia y sorpresa.
Leslie lo sintió acercarse, sintió el calor de su cuerpo aproximarse y como su boca llegaba junto a la suya. Ella separó un poco los labios y luego jadeo suavemente cuando por fin él la besó. Lento en un principio, él devoró su boca, luego con más energía pero la misma velocidad. Ella se afirmó de sus hombros para no alejarlo hasta que no fue suficiente y rodeo su cuello con sus brazos.
Yerie gimió contra ella y la empujó sobre el sofá, se recostó sobre ella haciéndola estremecer.
—Leslie —susurró él cuándo se alejó un segundo de su boca, volvió a besarla enseguida.
Ella volvió a gemir hasta que se movió bajo él un poco, solo para acomodarlo mejor sobre ella. Yerie también se movió como si comprendiera lo que pasaba, justo antes de volver a unir sus bocas alguien se limpió la garganta.
Ambos observaron a Alex a unos metros, observándolos fijamente. Leslie se sonrojó sin saber por qué y Yerie se sentó lentamente.
Ellos se miraron entre sí apenas un segundo, pero fue como si tuvieran una conversación. Leslie los miró de ida y vuelta.
—La cena esta lista —dijo Alex, luego se giró y los dejo solos. Yerie suspiró.
Un segundo después la miró y sonrió. Se acercó a ella, depositó un beso en sus labios y se puso de pie, lo miró confundida.
—Voy a hablar con él, espera aquí—. Ella asintió y lo vio salir de la sala.
Apenas él desapareció ella soltó un suspiro casi desde el alma. Luego cubrió sus ojos con un brazo.
Algo le decía que se estaba perdiendo de un hecho importante, que había algo que ellos le ocultaban. Esperaba de corazón que no fuera nada malo, sino no sabía qué sería de su vida en ese lugar.

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