Segunda parte
Capitulo 2
Leslie observó a Alex unos segundos,
se preguntó si él estaba muy concentrado en la cocina o si simplemente la
ignoraba a propósito. No se había girado en ningún momento a ver quién estaba
allí, y eso que había ingresado a la cocina hacia diez minutos.
Suspiró sin importarle que él la
oyera y tomó un mechón de su cabello para envolver su dedo, de ida y vuelta.
Alex se movía con elegancia por el lugar. Cortaba frutas y verduras
tranquilamente, moviendo el cuchillo con cierta destreza, con la que solo un
médico podía tener.
Ella notó que él ocupaba todo el
lugar, que llenaba la habitación completamente. Se dio cuenta de que entendía
porque no le gustaba que le ayudaran. Alex cambiada lo que estaba haciendo tan
de repente que otra persona allí solo lo entorpecería.
Unos segundos después la puerta a
su lado fuera abierta. Ella sonrió enseguida al ver a Yerie allí, no lo había
visto en todo el día y lo había echado de menos.
Ella advirtió que allí Alex si se
giró para ver. Solo que cuando Yerie se acercó suavemente y acarició su rostro
con sus dedos dejó de prestarle atención. Yerie observó sus ojos y luego su
boca unos segundos. Pudo ver allí cuanto deseaba besarla. Por eso se mordió el
labio inferior suavemente.
Yerie tomó aire antes de dejar de
verla y observar a Alex. Leslie los vio saludarse con un movimiento de cabeza,
ninguno se acercó. Ella arrugó su frente al notar que desde hace unos días
ambos se estaban comportando de forma extraña, no se acercaban mucho, era como
si mantuvieran una distancia entre ellos, casi como si la hubieran medido y
decidió entre los dos. También había notado que ambos desprendían cierta
tensión cuando se veían. Era como si el aire se electrificara entre los dos.
—¿Quieres que te ayudemos? —le
preguntó Yerie a Alex, él siempre lo preguntaba.
—No, gracias—. Alex siempre
respondía lo mismo.
Yerie la miró y sonrió más
relajado.
—¿Quieres ver televisión?
Ella rió y asintió.
—Solo quieres que te acompañe.
—Bien, acepto que verme a mí mismo
en la televisión es extraño—. Él siguió sonriendo —¿quieres?
—Claro que sí —respondió y lo
siguió fuera del lugar.
Antes de salir de la cocina ella
miró por sobre su hombros a Alex, que también la observaba. Cuando sus ojos se
encontraron Leslie se detuvo un segundo, él dejó de observarla al siguiente.
***
—¿Entonces? —le preguntó Yerie
suavemente.
Estaba sentado a su lado, más cerca
que otras veces, lo miró.
—¿Qué? —preguntó y observó las
noticias comenzar.
—¿Has logrado hablar con él?
Ella lo miró y negó suavemente con
su cabeza.
—Bueno, tampoco es que lo haya
intentado, pero Alex parece más tenso que antes.
Yerie arrugó su frente y observó la
televisión. Solo luego de unos minutos la miró.
—Veré por qué esta así.
Ella arrugó su frente.
—Creo que lo sabes —murmuró, él no
dijo nada—, pero entiendo si no quieres decírmelo.
—No es que no quiera —murmuró él,
Yerie suspiró —solo es un poco complicado ahora.
Ella tocó su rostro al ver la
tensión allí, lo acaricio de la misma manera que a él le gustaba hacerlo. Yerie
suspiró ante su contacto.
—No te preocupes —murmuró Leslie.
Aunque las noticias comenzaron
ninguno se movió. Siguieron observándose por largos segundos, sin decir nada o
moverse. Leslie se movió hacia él como si un imán la estuviera atrayendo, solo
que se detuvo a unos centímetros de distancia sin saber cómo podía reaccionar
él si lo besaba.
Y deseaba tanto hacerlo, él no
había vuelto a besarla y extrañamente lo echaba de menos.
Yerie levantó su mano y tocó su
rostro. Ella cerró los ojos al sentir como su pulgar llegaba a sus labios para
delinearlos lentamente.
—Eres hermosa—. Ella se estremeció.
Muchas veces le habían dicho eso,
bonita, hermosa, increíble, pero nunca en ese tono de voz, de esa forma tan
íntima, casi perfecta. Antes se lo habían dicho porque según los cánones de
belleza lo era, como decir esa rosa es hermosa. Yerie se lo dijo como si en
verdad lo creyera, con cierta reverencia y sorpresa.
Leslie lo sintió acercarse, sintió
el calor de su cuerpo aproximarse y como su boca llegaba junto a la suya. Ella
separó un poco los labios y luego jadeo suavemente cuando por fin él la besó.
Lento en un principio, él devoró su boca, luego con más energía pero la misma
velocidad. Ella se afirmó de sus hombros para no alejarlo hasta que no fue
suficiente y rodeo su cuello con sus brazos.
Yerie gimió contra ella y la empujó
sobre el sofá, se recostó sobre ella haciéndola estremecer.
—Leslie —susurró él cuándo se alejó
un segundo de su boca, volvió a besarla enseguida.
Ella volvió a gemir hasta que se
movió bajo él un poco, solo para acomodarlo mejor sobre ella. Yerie también se
movió como si comprendiera lo que pasaba, justo antes de volver a unir sus
bocas alguien se limpió la garganta.
Ambos observaron a Alex a unos
metros, observándolos fijamente. Leslie se sonrojó sin saber por qué y Yerie se
sentó lentamente.
Ellos se miraron entre sí apenas un
segundo, pero fue como si tuvieran una conversación. Leslie los miró de ida y
vuelta.
—La cena esta lista —dijo Alex,
luego se giró y los dejo solos. Yerie suspiró.
Un segundo después la miró y
sonrió. Se acercó a ella, depositó un beso en sus labios y se puso de pie, lo
miró confundida.
—Voy a hablar con él, espera aquí—.
Ella asintió y lo vio salir de la sala.
Apenas él desapareció ella soltó un
suspiro casi desde el alma. Luego cubrió sus ojos con un brazo.
Algo le decía que se estaba perdiendo de un hecho
importante, que había algo que ellos le ocultaban. Esperaba de corazón que no
fuera nada malo, sino no sabía qué sería de su vida en ese lugar.
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