lunes, 21 de julio de 2014

La fantasía de Leslie. Primera parte, Capitulo 5.


Primera parte
Capitulo 5
Leslie caminó hasta el centro del que le pareció un muy pequeño anfiteatro.
A ambos lados tenía una serie de sillas, todas ocupadas por muy diferentes hombres. Y en frente, había una mesa en forma de media luna con un grupo de hombres encapuchados.
—Leslie Jauregui —la llamó uno de ellos —le damos la bienvenida a Nuevo Edén. Nosotros somos el consejo de esta ciudad y le asignaremos a los mejores hombres para usted.
Ok, pensó ella.
No había pasado ni 15 segundos cuando uno de ellos tomó un papel.
—Por favor pase a adelante —Leslie se tensó —Yerie Farías.

Leslie observó a un hombre un poco más alto que ella, de cabello negro ordenado y ojos azules ponerse de pie y caminar hasta detenerse a un par de metros de ella. Este la observó apenas se detuvo y le sonrío con amabilidad.
Es él, pensó Leslie. Era el presentador de la televisión, el de las noticias. Solo que su piel se veía un poco mas morena que en televisión, más agradable.
—Y pase adelante —continuó uno de los miembros del consejo —Alex Cavieres.
Otro hombre se puso de pie, uno que había estado sentado justo al lado del primero. Olvido este hecho al saber muy bien quién era ese hombre, era el mismo médico que la había atendido el día que escapo de sus secuestradores.
Al verlo detenerse al lado de Yerie pudo ver que era más alto que él, por unos cinco centímetros. Y mientras los observaba notó la mirada que compartieron entre ellos, una que apenas duro un segundo, pero aun así la dejó confundida.
—Le recordamos a ambos que deben ser mas consientes de su seguridad —Leslie notó que la apuntaban con una mano—. Si la señora tiene una duda, sus asignados deberán resolverla sin problemas. En unos meses volveremos a tener una reunión para saber cómo está la relación.
Con eso se despidieron.
Fue el General quien la sacó del lugar y la guió hacia la salida. Ya delante de un automóvil observó detrás de si unos segundos sin saber que decir o esperar.
—No te preocupes —le dijo el General como si supiera lo que pensaba —no pienses en cosas que no puedes controlar, solo disfruta de tu nueva familia. Por ahora solo eso debe ser tu prioridad.
Ella asintió suavemente y tomó aire, luego subió al vehículo y observó al hombre aun allí.
—Y si no resulta —le dijo, este la miró —y si ellos se arrepienten.
El General negó enseguida.
—Esto no es un juego Leslie, cuando ellos tomaron esta decisión, la de estar a tu lado, lo hicieron para siempre.
Leslie abrió y cerró la boca. Que le dijera algo así no lograba calmar los nervios de su estómago, solo la hacía pensar que ella debía ponerse a la altura, demostrar que valía la pena a pesar de todo.
Suspiro, por qué las cosas no podían ser más simples para ella.

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