Tercera parte
Capitulo 1
Leslie observó a los dos hombres
sentados a sus lados, frente a frente entre ellos. Llevaban cenando 5 minutos y
ninguno había dicho nada de lo que había pasado el día anterior.
No se habían visto entre los tres hasta
justo ese momento pero nadie había sido capaz de decir algo.
No se supone que deberían estar más
cómodos o algo, pensó ella, al final y al cabo ya se había acostado con los
dos. Eso debería relajar el asunto entre ellos un poco, solo que parecía que no
era así, ambos hombres se veían más tensos que antes.
Ella los observó unos segundos
antes de comer.
—¿Y cómo vas las cosas en el
hospital? —le preguntó a Alex.
Él la miró un segundo.
—Bien, por lo menos ahora se han
tranquilizado las cosas.
Asintió y observó a Yerie.
—¿Y ha habido más noticias de ese
tipo?
Él negó suavemente antes de
observarla.
—No, si fuera así ya lo habrías
visto, como dice Alex las cosas han estado en calma.
—Que bien —murmuró.
Siguió comiendo.
—Sabes —le dijo a Yerie, él la miró
—he estado pensando en lo que me dijiste, sobre pintar.
—Y qué decidiste, ¿lo harás?
Asintió.
—Creo que sí, así también me
distraigo un poco.
—¿Pintar? —preguntó Alex.
—Es que Yerie me preguntó qué me
gustaría hacer ahora que estoy aquí y le comenté que me gustaba pintar —se
encogió de hombros.
—Eso está bien, si lo deseas puedo
pasar a comprar lo que necesites mañana, luego del trabajo.
Ella le sonrió.
Alex estaba más relajado a su
alrededor, no como le gustaría pero algo es algo.
—Sí, eso sería agradable, gracias.
—No hay problema.
Siguieron comiendo.
—Bien, creo que yo me retiraré a
dormir ahora.
Ambos hombres se pusieron de pie y
ella los imitó.
Luego de despedirse caminó
lentamente a su habitación, y solo en su cama, cuando ya estaba usando su
piyama y estaba recostada, suspiró.
—¿Quien dijo que iba a ser más
fácil? —murmuró.
Solo tenía que tener paciencia, se
dijo, en algún momento si tenía suerte las cosas dejarían de sentirse así. Por
favor que dejaran de ser así, pensó con fuerza antes de acomodarse para
intentar dormir.
***
No, no podía dormir.
Leslie llevaba dos horas ya sin
poder cerrar los ojos ni cinco minutos. Había dado tantas vuelvas en la cama
que iba a tener que levantarse para ordenarla un poco.
Sin mucho ánimos se puso de pie y
estiró las sábanas, luego decidió probar con un vaso de leche tibia, quizás eso
le ayudaría a dormir.
Lentamente bajó a la cocina, no
quería despertar a nadie. Cuando llegó a la cocina no encendió la luz, podía
ver bien. Luego de servirse un vaso con leche se detuvo un segundo y presto
atención. Juraría que había escuchado algo. Como nada más pasó caminó hasta la
mesa pero volvió a detenerse de repente.
Sí, había algo, se dijo, era como
si alguien hubiera suspirado. Ella dejó el vaso en un mueble y caminó hasta el
pasillo, miró hacia ambos lados pero no había nadie. Quizás uno de los hombres
estaba despierto, viendo televisión. Curiosa caminó hacia la sala y abrió la
puerta lentamente. Ya cuando la tuvo abierta por completo miró alrededor.
Leslie primero sintió que su cuerpo
se congelaba y que algo muy frió pasaba
por su columna, solo que no puedo reaccionar ante eso. Solo aguando la
respiración al ver la escena delante de ella, sin poder creerlo en verdad.
Ella observó a Alex con una de sus
manos en el cabello de Yerie, como si lo afirmara. Siguió lentamente el brazo
hasta observar ambos cuerpos masculinos muy juntos entre sí, más de lo normal.
Observó las manos de Yerie abrazar a Alex por su espalda y se obligó a mirar
sus rostros. Ella tomó aire suavemente al ver sus bocas únicas, al observar el
beso que compartían entre los dos, uno lento pero desesperado.
Ella tuvo la impresión de que quien
controlaba ese acto era Alex, de que era él quien besaba a Yerie y este solo le
devolvía el gesto.
Leslie tragó y se sintió confundida
pero también atraída por la escena. Había cierta belleza en eso, había algo que
la cautivaba. Una parte de ella sabía que debía salir de allí, pero otra quería
quedarse y ver, y si era posible acercarse más.
De repente Alexis alejó a Yerie y
lo observó con intensidad.
—Hazlo —gruñó él, y hasta ella se
estremeció con el sonido de su voz, con la orden allí.
Yerie asintió suavemente y se dejó
caer de rodillas.
Leslie abrió mucho los ojos, eso
significaba que…
Ella no pudo evitar tomar aire con
fuerza cuando Yerie abrió el pantalón de Alex. Ambos se congelaron enseguida y
ella llevó una mano a su boca. Los dos la observaron, entre sorprendidos y
confusos.
—Leslie —jadeo Yerie y se levantó
enseguida.
Ella dio un paso hacia atrás.
—Lo… siento —jadeo —no quería…
¿interrumpir? —lo último sonó más una pregunta.
—Yo… —Yerie observó a Alex un
segundo y luego a ella, se veía avergonzado —nosotros…
Ella negó con su cabeza enseguida.
—No, yo… lo siento… me voy… los
dejaré…—ella gimió sin querer cuando todo hizo clic en su cabeza, cuando
comprendió lo que pasaba. —Me voy —terminó por soltar y se alejó rápidamente de
la sala.
Cuando llegó a su habitación cerró
la puerta y se apoyó en ella. Llevó ambas manos a su rostro.
—No puede ser —murmuró.
—Leslie —la llamó Yerie desde el
otro lado, saltó por la impresión —habla conmigo —pidió él.
Leslie observó la puerta al oír el
tono de súplica en su voz.
—Solo… —dijo, sin saber en verdad
lo que quería.
—Déjame… explicar —terminó él.
Ella negó con su cabeza.
—Solo quiero estar sola… ahora
—agregó.
Permanecieron en silencio unos
minutos.
—¿Hablaras conmigo mañana?
—preguntó Yerie.
Ella tomó aire y suspiró.
—Sí —le dijo más segura —mañana.
—Bien —dijo él, lo escuchó alejarse
pero luego regresar —solo… no quería que lo supieras de esta forma.
Ella no puedo decir nada. Solo se
mordió el labio y se relajó cuando él se alejó y esta vez no regreso.
Solo qué, pensó ella, no deseaban
decirle que ambos se sentían atraídos entre sí, que eran más que amigos,
amantes. Era eso lo que ellos no deseaban que supiera.
Gimió y se movió hacia la cama.
—Qué es todo esto —murmuró antes de
tomar un cojín y cubrir su rostro con el.
Qué voy a hacer, pensó. Ya no
entendía nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario