viernes, 15 de agosto de 2014

La fantasía de Leslie. Cuarta parte, Capitulo 9.


Cuarta parte
Capitulo 9
Leslie estaba cansada.
Cansada de siempre dudar, de preguntarse si los demás la querían en verdad, de por qué estaban a su lado. Incluso había dudado en un principio con Bárbara, Jenna y Anais, y solo con el paso del tiempo logró ver que ellas en verdad la consideraban y trataban como su verdadera amiga.
Ahora, solo deseaba dejar de dudar de Alex y Yerie, estaba decidida a dejar de hacerlo. Por eso tenía que hablar con ellos otra vez, averiguar que sentían por ella, sin importarle la respuesta que podían darle, bueno o mala. Solo así estaría por fin en paz.
Y por todo esto, había maquinado un simple plan, una parte de ella creía que no era buena idea, ya habían hablado de eso, lo habían aclarado, pero solo así ella creía que ellos le confesarían realmente lo que sentían por ella.
Luego de cumplir 24 horas en esa habitación tenía un plan, uno un poco malvado, pero uno al fin.
Cuando la puerta se abrió suspiró al ver a Yerie y Alex ingresar, ambos la miraron enseguida y llegaron a su lado para abrazarla. Volvió a suspirar cuando se sintió rodeaba, cubierta, otra vez por ese capullo.
—Oh hermosa —susurró Yerie —no sabes como de preocupados estábamos.
Ella tragó y lo miró. Antes de que no pudiera alejarse de ellos o actuar dio un paso hacia atrás. Se alejó de ambos y se cruzó de brazos. Estos la miraron confundidos.
—Tenemos que hablar —murmuró ella.
—Claro —dijo Alex —pero primero salgamos de aquí, no es bueno…
Ella negó con la cabeza y él se cayó.
—No, aquí es un buen lugar —ella apuntó la cama. Ambos hombres se sentaron y se miraron entre sí.
—Sé que hablamos de esto pero debo estar segura, es importante para mí—. Estaba nerviosa y eso hacía que le temblara un poco la voz.
Ellos esperaron.
—Ustedes aceptaron ser mis asignados para poder estar juntos —les dijo a ambos.
Ella esperó, tensa. Ambos se observaron entre si unos segundos. Más confundidos que antes, perdidos. Hasta que Yerie quiso ponerse de pie y llegar a ella. Lo detuvo y él regresó a la cama.
—Leslie —dijo Yerie —ya hemos hablado de esto.
Leslie negó con su cabeza.
—Solo díganmelo —pidió.
Yerie observó a Alex y luego a ella.
—¿Por qué deseas hacerte este daño? —soltó Alex, se veía molesto. Ella tragó más nerviosa aun. Quizás se estaba pasando un poco.
—Porque quiero la verdad, solo eso.
Alex negó con su cabeza y se cruzó de brazos.
—Esto no es necesario, debes seguir adelante, dejar de preocuparte de una vez…
—No —soltó un poco molesta —solo díganmelo.
Todo, pensó ella. Luego miró a Yerie.
—Ustedes aceptaron ser mis asignados para poder estar juntos —dijo, no preguntó.
Yerie asintió suavemente.
—Yerie —gruñó Alex molesto.
Leslie cerró los ojos un segundo, más herida de lo que esperó por esa afirmación. Lo sabía, sabía que había sido así y ellos se lo explicaron, aun así dolía.
—Alex —lo llamó, él la miró luego de unos segundos, avergonzado y triste.
—Sí.
Jadeo y observó el piso.
—¿Le preguntaron a alguien más sobre mí?
—Ya es suficiente —dijo Alex. Este se puso de pie —qué es esto, ya hablamos de porque estamos aquí, contigo, te lo explicamos, tú nos creíste. Por qué…
—Solo dímelo —pidió en un susurró y observó su expresión fijamente.
—¿Quieres hacerte daño? —dijo él y dio un paso en su dirección,  Yerie agarró su brazo para detenerlo, Alex solo la observó —sí, Leslie, se les preguntó a cuatro hombres.
—Solo ustedes aceptaron —susurró ella.
—Sí —confirmó Alex —solo nosotros.
Ella asintió suavemente y pasó una mano por su cabello.
Bien, punto uno aclarado, pensó, vamos por el dos.
—Así que se les preguntó a cuatro hombres y solo ustedes aceptaron porque vieron una oportunidad aquí.
Ella observó a Alex a los ojos.
—A pesar de que tu hermano me rechazo por no poder concebir.
—No te atrevas —soltó él sorprendiéndola.
—Leslie —susurró Yerie acongojado.
—Mi hermano eligió tener una vida miserable, y de paso, hacer la de los demás  un infierno —él negó con su cabeza —no te atrevas a pensar que lo que él pudo haber dicho era la verdad, o que nosotros pensamos como él —él dio un paso hacia ella —no busques algún motivo para alejarte Leslie, yo no te lo voy a dar.
—Pero es la verdad no —dijo, sonrió sin humor —ustedes se aman lo suficiente para hacer algo así, buscaron una oportunidad y al verla se aprovecharon de ella.
Alex cerró los ojos un segundo.
—No nos aprovechamos, Leslie —dijo Alex y lo miró.
Ninguno dijo nada más.
—Está bien —intentó tranquilizarlos y tranquilizarse a sí misma.
Ahora quería saber que sentían por ella, ellos ya se amaban, era la hora de saber si ella podía entrar en ese amor, ser parte de él. Cuando levantó la cabeza se congeló al ver a Alex en frente de sí.
—No nos aprovechamos —susurró él —no lo veas de esa forma.
Ella comenzó a negar un poco intimidada, Alex tomó su rostro con ambas manos, la obligó a mirarlo.
—Debes entender —dijo él suavemente —solo lo vimos como una oportunidad de completar nuestra familia. No niego que pensé que de esta forma podríamos estar juntos, pero no hubiera sido lo mismo si tú no estuvieras aquí. Leslie —susurró él —siempre he sabido que Yerie sería parte de mi vida, pero también siempre he sabido que algún día una mujer me completaría.
Leslie lo observó sus ojos. Congelada en su sitio.
—Que ame a Yerie no quiere decir que no te ame a ti—. Ella dejó de respirar al oírlo.
Amarme, pensó.
—Y es gracias a ti que somos una familia, que podemos estar juntos, sin ti nada de esto sería posible.
—Pero ustedes…
—Nos habrían asignado a alguien, separándonos y no habríamos podido hacer nada —murmuró Yerie, él se acercó —es gracias a ti que sabemos que eso jamás acabara.
Él acarició su rostro.
—Leslie, hermosa, tu no fuiste una salida para nosotros. Llegaste para mantenernos juntos, para formar una familia por fin, contigo aquí estamos completos.
Ella tragó y observó a Alex, él asintió.
—Debes creernos —susurró él y depositó un suave beso en sus labios —eres lo que nos faltaba para estar completos, sin ti esto no sería igual, nunca hubiera sido así.
Leslie se estremeció y ocultó su rostro contra el pecho de Alex. Sintió el cuerpo de Yerie cubrirla por detrás y también abrazarla. Volví a estremecerse al saber y sentir que estaba entre los dos. Que ambos la sostenían, la cuidaban, incluso que la amaban. Y eso era más de lo que había querido saber. Le hubiera sido suficiente con un estamos comenzando a tomarte cariño. En vez de eso obtuvo un te amo.
Ellas también los amaba, y no como otras veces que había creído estar enamorada. Lo que sentía por ellos calentaba su corazón y tenía la capacidad de destruirla si no hubiera sido correspondida. Los amaban a ambos y quería formar una familia, para siempre, con ellos. Ahora estaba más que segura.
Al pensar en eso Leslie sintió que algo entraba en su vientre, como si algo la hubiera empujado suavemente y sacado el aire de sus pulmones. Se inclinó en dirección a Alex, quien la afirmó de la cintura. Ella jadeo cuando sintió que su cuerpo se calentaba por unos segundos antes de regresar a la normalidad.
Escuchó a Alex tomar aire sorprendido al igual que a Yerie.
Unos segundos después, Alex la acomodó con suavidad sobre una silla, luego se sentó en otra. Yerie llegó a un lado y también se sentó. Los tres suspiraron como uno.
—¿Qué fue eso? —preguntó un tanto asustada.
Ambos la miraron, Alex tomó aire y lo liberó, luego extendió su mano y acarició su rostro. Leslie sintió que algo pasaba por los dedos de Alex hacia ella, como una extraña sensación que la invadió de repente. Lo miró sorprendido hasta que unos segundos después él alejó su mano con la misma expresión.
—¿Qué fue eso? —preguntó él.
—Qué —dijo Yerie —¿qué pasa?
—No lo sé —dijo ella —algo paso cuando me tocaste —miró a Alex. El asintió y observó sus dedos.
Leslie arrugó su frente y lo imitó, tocó su rostro y lo acaricio un poco. Enseguida sintió que algo entraba en ella, solo que esta vez era como algo revuelto.  Es como sentir confusión, pensó ella.
Rápidamente dejó de tocar a Alex y tocó el rostro de Yerie. Él también tenía esa sensación de confusión, pero había algo más allí, como curiosidad.
Leslie jadeo y alejó su mano, la observó unos segundos hasta que recordó.
—¿Qué pasa cuando te vinculas con alguien? —los hombres la miraron enseguida.
—Surge algún tipo de conexión mágica entre ellos, alguna habilidad entre los la mujer y los asignados que solo podrán utilizar entre si —soltó Yerie antes de observar su mano, luego la miró y sonrió enseguida, volvió a tocarla.
—Eso sería alegría —él rió y ella sintió que su propia alegría aumentaba un poco.
—¿Qué? —preguntó Alex, Yerie tocó su rostro y él abrió mucho los ojos.
—No lo ves, tú eres el médico —él rió y Leslie sonrió aun mas, incluso Alex sonrió un poco —nos hemos vinculado, podemos compartir nuestras emociones.
—¿Cómo lo sabes? —preguntó ella enseguida.
Alex suspiró y lo miró.
—Sus padres tienen esa habilidad —lo miró.
—¿Ellos compartían eso contigo? —él negó.
—No, esto solo pasa entre los asignados, pero mi madre me lo explicó una vez, creo que es lo mismo.
Él tocó su mano y depositó un beso en su palma. Ella tomó aire suavemente al sentir que algo caliente ingresaba en ella, algo que la inundo por completo. Al ver que él sonreía como si nada y luego tocaba a Alex sonrió, Alex también cambio su expresión al sentirlo. Notó enseguida como sus ojos se volvían más oscuros por el deseo. Un tanto divertida también toco el rostro de Alex, quien gimió.
—Ustedes me van a matar —murmuró él, su voz estaba más ronca.
—Como si no te gustara —bromeo Yerie.
Leslie rió y luego los abrazo a ambos, estos rieron y la envolvieron enseguida. Al sentir sus dedos contra su piel se estremeció, porque fue invadida con la doble de calidez y deseo. Ella gimió y giró su rostro hacia Alex quien la besó enseguida. Yerie se adueñó de su cuello, depositó besos de arriba abajo lentamente.
—Los amo  —susurró contra la boca de Alex. Él gimió y la besó con más desesperación. Luego unas manos la alejaron con cuidado y la hicieron girar un poco. Yerie también se adueñó de su boca —los amo —volvió a decir.
—Nosotros igual te amamos cariño —murmuró Alex en su oído, se estremeció —a ambos —susurró él.
—Lo sé —dijo ella y sonrío —estoy segura de que también me aman —miró a uno y luego a otro —como se aman entre ustedes.
Yerie se alejó para verla y luego besó a Alex.
Leslie suspiró al verlos y luego sonrío. Eran como un triángulo amoroso, y en el buen sentido, pensó divertida. Ambos la miraron al oírla reír y volvió a abrazarlo.
Rió contra ellos sin poder evitarlo. Estaba más que feliz.
—Basta —murmuró Alex, lo miraron—quiero salir del hospital, por mucho que sea médico me merezco estar lejos de este lugar unos días.
Yerie y ella asintieron y lo siguieron fuera de la habitación y del edificio, de regreso a su hogar.

***
Unas horas después ella estaba entre los brazos de Yerie. Ambos observaban a Alex moverse en la cocina, solo como siempre. Ella suspiró y sonrío suavemente, los dedos de Yerie recorrieron sus brazos de arriba abajo lentamente.
—Estas contenta —murmuró él contra su oído.
—Tu igual —le respondió a sentir su alegría en la punta de sus dedos.
Hacía apenas unas horas que obtuvieron esa extraña habilidad, la de sentir y compartir emociones, y ya habían experimentado con ella, con las partes más dulces.
Ella volvió a reír entre los brazos de Yerie y él observó a Alex. Cuando tuvo una idea lo miró enseguida.
—¿Quiero un perro? —ambos la miraron enseguida, sorprendidos.
—Un perro —murmuró Alex, como si intentara imaginar algo así.
—Sí, que gustaría tener uno, siempre lo he querido pero nunca había tenido el tiempo para cuidarlo.
Ella observó a Yerie un segundo y luego a Alex.
—¿Si? —preguntó suavemente.
Yerie rió y la apretó contra si un segundo, lo miró.
—Puedes tener lo que desees—. Ella sonrío abiertamente, ambos miraron a Alex.
—Bueno, creo que ya tomaron la decisión —él se acercó a ambos y sonrío.
Leslie casi suspiró al verlo sonreír, le gustaba mucho cuando hacia eso.
—Así que adelante —continuó —tengamos un perro.
Ella rió y lo atrajó para besarlo, luego se giró hacia Yerie para darle el mismo trato. Antes de que Alex se alejara lo agarró de su chaqueta y lo empujo levemente hacia Yerie, quien sonrío enseguida. Luego de besarlo la miró y alzó una ceja.
—Pervertida —le susurró en su oído, besó su cuello y más abajo.
Ella volvió a reír antes de estremecerse.
—La cocina —susurró.
Alex se alejó enseguida con una maldición y corrió hacia la estufa.
Ambos se rieron mientras lo veían.
—¿Quieres ayuda? —preguntó Yerie. Ambos sabían su respuesta.
Alex los miró y alzó una ceja.
—Claro —se sorprendieron y él sonrío —hagan una ensalada mientras acabo.
Leslie observó a Yerie, quien la miraba igual de sorprendido.
—El hombre quiere que le ayudemos —dijo él. Asintió.
—Hagámoslo antes de que se arrepienta.
Riendo comenzar a ayudarle. Leslie suspiró y pensó que solo le faltaba una cosa para que todo fuera perfecto, quitó ese pensamiento de su cabeza. Las cosas ya eran así, y no había nada que hacer. Ellos eran su familia y la amaban de igual manera. Tenía más de lo que jamás espero tener, estaba muy feliz por ellos, además de tranquila y segura.
Yerie la observó y le sonrío, luego a Alex que refunfuñaba contra la cocina.

Si, pensó, su vida allí no podía ser mejor.

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