miércoles, 27 de noviembre de 2013

Mi enfermera




Nuevo relato para Adictos a la Escritura. El tema es YO, este debe ser escrito en primera persona, e intercambiar el sexo del protagonista. Saludos.

Mi enfermera

Observé mi reflejo en el espejo.

La sangre aún insistía en salir por mi ceja y escurrir por el contorno de mi rostro.

Maldito chico, había sido más rápido que yo y no había logrado evitar el golpe. Menos mal que al final mi experiencia había sido más útil que su velocidad. Si no me hubiera movido un centímetro a la derecha me habría noqueado enseguida.

Pero aun así amaba esto, la emoción de enfrentarme a un nuevo desafío, a probar mi fuerza y velocidad. Aún sentía la emoción de la pelea en mis venas, la adrenalina me mantenía muy despierto, consciente de lo que sucedía a mí alrededor.

Observé mis manos, las vendas en ellas y sonreí.

Había ganado, de nuevo.

Volví a limpiarme la sangre y observé la puerta por el espejo mientras aún sonreía.

Melissa ingresó con una bolsa en la mano, molesta y con el ceño fruncido.

No pude evitar sonreír al verla. Por mucho que se molestara por mi trabajo seguía allí, a mi lado, curando mis heridas. Quien diría que la chica más inteligente de la escuela, que estudió para ser enfermera, terminaría allí, atendiendo mis heridas.

—Siéntate —gruñó y apuntó con su mano la mesa a unos pasos.

Apretando la mandíbula, simplemente para no reír, obedecí.

Ella se acercó a mí y se  detuvo entre mis piernas. Sentí enseguida el antiséptico y la gasa sobre mi ceja, me estremecí levemente.

—¿Qué? —dijo y alzó una ceja —un golpe no es nada pero un poco de clorhexidina sí.

Volteé mis ojos.

—Entonces —murmuré y observé fijamente a la mujer de cabello negro y corto —¿Cuándo te casaras conmigo?

Observé divertido el sonrojo llegar a sus mejillas mientras continuaba trabajando. Volví a apretar la mandíbula, esta vez para aguantarme el deseo de tomarla entre mis brazos y ponerla sobre la mesa.

¡Dios!, pensé, como ese simple sonrojo podía ponerme en tal estado.

—Me encanta lo romántico que eres —ella suspiró y terminó. Luego de ponerme un pequeño parche intentó alejarse de mí. La detuve al agarrar su camisa pulcra y celeste.

En la adolescencia Melissa ya había sido ordenada, correcta, inteligente pero sobre todo divertida. Aun lo era, pero si alguien me hubiera dicho cuando era un adolecente engreído y peleón, que terminaría así de enamorado de ella me habría reído por una semana completa. Ahora, no podía concebir tenerla lejos de mí.

—A mí me encanta como siempre evitas la pregunta —ella volteó sus ojos y me miró, la vi cruzarse de brazos.

—¿Por qué siempre me lo preguntas luego de una pelea?

—Porque espero que algún día te apiades de este hombre golpeado y digas que si —ella sonrió suavemente.

—Quizás algún día lo haga.

Hice un puchero y la deje ir. Luego suspiré y llevé una de mis manos a mi hombro.

Hoy cumplía 5 años en el negocio del boxeo. 5 años peleando contra los mejores boxeadores del mundo para ganarme un lugar entre ellos, y lo estaba logrando, poco a poco. Al principio había sido increíblemente difícil, había imaginado que por ser bueno peleando en la escuela, hacerlo con reglas y sobre un ring seria sencillo. Perdí 3 veces antes de darme cuenta de que no era así.

Jamás en mi vida había trabajado tanto por algo, y ni en un millón de años habría creído que yo me volvería un hombre disciplinado, centrado.

Suspiré y observé que Melissa se había detenido delante de mí, me observaba con una ceja alzada.
Cuando tomó mi mano y comenzó a quitarme la venda volví a intentarlo.

—Cásate conmigo —no me miró —Melissa —susurré suavemente. Sabía que le divertía no darme una respuesta, tanto como a mi ver su rostro cada vez que se lo preguntaba. Claro, también esperaba que me dijera que sí, algún día.

Ella liberó mi mano, tomó mi rostro y me beso. Suspiré cuando se alejó.

—El día que hagas la pregunta de forma correcta, tendrás la respuesta que quieres, por lo pronto —sonrió y alzó una ceja —Jerry te espera a fuera.

Alcé una ceja y luego me reí entre diente. 

—Te he dicho que él te tiene miedo —asintió y sonrió con suficiencia.

Amaba a esa mujer, la única capaz de poner en su sitio a mi entrenador y hacerme pedirle matrimonio muchas veces.

La observé lavarse las manos y pensé.

Solo un poco más, si ganaba unas cuantas peleas más haría las cosas como se deben.

Cuando pasó a mi lado la atraje hacia mí y la besé unos segundos.


Solo un poco más, pensé de nuevo, solo necesitaba un poco más de tiempo para hacerlo todo bien.

Gracias a Diana F. por su corrección,
saludos

17 comentarios:

  1. Ah, las cosas que se hacen por amor :)

    Está tierno tu relato, se lee en un tris también.

    Saludos!

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  2. ¡Hola! ¡Que tierno relato! ¡Me ha encantado!

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  3. Hola!!

    En principio, felicidades por ser la Adicta del Mes, jaja
    Me gustó el relato, me gustan las historias románticas. Tienes cosas por corregir, algunas palabras que te han quedado cortadas como "Melissa es muy ordena", y algunas que están repetidas dentro del mismo párrafo y generan cacofonía. También habría que revisar la puntuación, pero por lo demás está muy bien.

    Saludos!

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  4. Muy romántico, felicitaciones :)

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  5. Hola!
    Me gustó, muy romántico. A parte de lo que te dice Maga, también algún que otro tilde que falta por allí. Seguro cuando lo leas en voz alta los verás.

    Saludos!!

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  6. Gracias por sus comentarios, he realizado las correcciones que indicaron, espero que ahora este bien, saludos.

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  7. Una divertida historia romántica que se lee bien.
    Respecto de las palabras: ¿es correcto "gaza"?, para mí sería "gasa", pero lo cierto es que entre nosotros hay muchas variedades lingüísticas.

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  8. Me ha gustado la pareja principal, es ese tipo de personas que son compatibles aunque no tengan absolutamente nada que ver el uno con el otro porque uno le aporta al otro lo que busca en realidad. Ellos han hecho fluida la historia y que me enganchara. ¡Felicidades!

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  9. D. H: Te diré que no se pone alcohol en las heridas, debido a que no es un antimicrobiano. En todo caso le pondría un antiséptico y, como dice Selin, se escribe : gasa.
    Tu relato, aunque un tanto irreal, ya que los hombres no se mueren por casarse, me pareció romántico y golpeador.

    Cariñosamente: Doña Ku

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    1. Gracias, acabo de averiguar que no se debe usar alcohol en las heridas, no lo olvidaré. Saludos.

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  10. Intersante, pude percibir una quimica curiosa entre los personajes que me dejado con buen sabor... :P

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  11. Una historia diferente, contada más con acciones que con sentimientos ^^ y sin embargo consigues que nos demos cuenta de la química entre los dos, aunque me dejas con una duda, ¿qué deberá hacer para que Melissa le diga que sí? Como mujer se que pelear más= no xD. Descubrí una frase que no me termina de convencer:

    <>

    Eso se supone que lo está pensando él, ¿verdad? Entonces debería ser "si gano". Al poner "si ganaba" es sujeto pasivo, y sería dicho por el narrador, entonces no iría en cursiva, sería parte de la acción. (O eso creo, no soy profesional).

    En conjunto una historia rápida de leer y entretenida ;)

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  12. Está muy tierno, y es distinto. Como recomendación, te diría que en vez de poner los números los escribas con todas las letras (no pasa nada si no lo haces, pero queda mejor de la otra forma y a la hora de presentar el texto a concursos, editoriales... se valoran esas cosas).
    PD: Por favor, ¡quita la palabra de verificación" Te juro que no puedo con ellas, son una odisea...

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  13. Muy tierrno, destila amor y cariño todo él. Me he quedado con ganas de saber la manera correcta de pedirle matrimonio, ¿se me ha escapado algo?. Me ha encantado

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  14. Que lindo! Tan tierno y rudo a la vez jeje me encanta el amor, me has podido enamorar de esta pareja en tan pocas líneas, bien narrado y redactado.

    Nos leemos ;)

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  15. Hay que ternura.
    ¿La pregunta correcta? Tengo una teoría, pero no pude leerla entre líneas...

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