Relato del mes de Enero
El siguiente relato corresponde al del mes de enero para Adictos a la escritura, la idea era escribir sobre algun personaje entrometido, este fue el resultado, espero que les guste. Trate de darle un toque mas real. Saludos.
Coincidencias
Cuando vimos la isla aparecer suspiré tranquila, era
perfecta para nuestro propósito. Observé de reojo a la gente el en ferri, hablando
y protegiéndose del frío.
Levanté mis dedos y suspiré sobre ellos, el frío del
aire parecía congelarlos.
Fue mientras miraba a una familia a lo lejos que lo vi
por primera vez. Estaba apoyado con sus dos manos en la baranda, mirando el horizonte.
Noté que sus labios se movían rápidamente y por un segundo tuve la extraña idea
de que rezaba. Y luego de que pretendía lanzarse al mar.
Lo observé entre tensa y nerviosa sin saber qué hacer.
Fue cuando lo examinaba y me movía en su dirección que él se giró de repente,
como si supiera que lo estaba observado.
Me congelé cuando sus ojos claros me observaron, noté
el azul en ellos enseguida. En ese segundo vi que usaba un celular para hablar,
un audífono, por eso no lo había notado. Cuando suspiré él inclino su cabeza
hacia un lado, sin dejar de mirarme ni hablar.
Me puse roja enseguida antes de girarme y seguir
observando el océano, el viaje apenas comenzaba y yo ya estaba imaginando
cosas.
No sé qué me llevó a buscarlo después, solo me di
cuenta de que lo hacía cuando lo divise ahora al otro extremo del ferri,
apoyado en la baranda mientras observaba a un lado. Miré en otra dirección
enseguida al notar lo que hacía pero apenas unos segundos después volví mi
mirada hacia él. Me di el lujo de observarlo de pies a cabeza, desde sus
zapatillas hasta su cabello castaño claro. Desde mi distancia podía ver que era
alto, unos veinte centímetros más que yo. Me fije en su rostro y su mirada se cruzó
con la mira. Otra vez me había atrapado mirándolo, y esta vez sonreía.
El sonrojo fue aún más que antes, al igual que su
sonrisa que creció enseguida, como si pudiera ver desde la distancia lo que me
pasaba. Dejé de verlo luego de eso.
La tercera vez estaba en el mismo lugar, observando la
nada cuando una chaqueta oscura aprecio en frente, cortando mi visión y sacándome
de mis pensamientos.
Levanté la cabeza enseguida y me tense.
Era él, el mismo hombre de las dos veces pasadas,
alto, de cabello castaño claro y ojos azules, sonriendo abiertamente.
—Me buscabas —soltó como si nada, di un pequeño salto,
que claramente notó.
Luego entrecerré mis ojos y me gire de medio lado,
para poder seguir viéndolo pero sin que fuera tan obvio.
—No, para nada —murmuré.
—Mmm —me imitó y se puso como yo, a mi lado para mi sorpresa.
Ambos observamos el horizonte—. Por un segundo pensé que si —continuo.
—¿Y qué te hizo pensar eso?—. No lo miré, fingí que
había algo más interesante por algún otro lado.
—Que me espiabas —soltó como si nada, como si dijera
hace frio, lo cual era muy cierto, lo hacía.
Antes de mirarlo me cubrí con mi chaqueta lo más que
pude, luego levanté mi rostro y lo observé.
—No te espiada—. Mis mejillas se sonrojaron un poco al
decirlo—. Solo fue coincidencia.
Él alzó una ceja.
—Entonces es coincidencia que yo esté aquí—. Lo miré
fijamente al oírlo, abrí mi boca para decir algo pero allí lo sentí.
Mi abuelo.
—Mi niña, ¿es ese el lugar que vamos a visitar?
El hombre se giró enseguida al oírlo, yo suspiré y
observé la isla a lo lejos.
—Sí, abuelo —murmuré y lo observó. Luego casi me
queje.—abuelo, que haces con eso.
Mi abuelo era alto y delgado, su cabello ya estaba
completamente blanco al igual que su barba. Pero no era eso lo malo, si no la
ropa que usaba, unos pantalones cortos con una chaqueta, e incluso, llevaba ese
sombrero de metal. Si solo le faltaba una lanza y un caballo.
Y allí estaba, un Don Quijote en pleno siglo XXI. Volví
a suspirar.
—¿Qué haces, abuelo?, aquí hace frio—mi abuelo
entrecerró los ojos y miró al hombre, este nos miró de ida y vuelta, dos veces.
—¿Quién es este caballero? —preguntó mi abuelo— que se
acerca a ti como si se conocieras desde siempre.
—Soy Luis Altamirano —dijo el hombre enseguida, luego
extendió una mano hacia mi abuelo como si nada, este la miró un segundo.
—No hay más alta virtud que la prudencia —contestó mi
abuelo y casi gemí en voz alta.
—Cada uno es artífice de su propia ventura, no le
parece—. Alcé ambas cejas al oírlo, mi abuelo entrecerró los ojos.
—Nada hay más pequeño que un grande dominado por el
orgullo —respondió mi abuelo y tuve ganas de cubrí el rostro con ambas mano,
solo suspiré.
—Abuelo—dije e intente ponerme entre los dos.
El hombre se encogió de hombros.
—Dad crédito a las obras y no a las palabras —soltó,
observé su mano, que aún estaba alzada.
Como vi que la gente nos observaba, sobre todo a mi
abuelo, quise acabar la conversación.
No pude ni abrir mi boca.
—Cada uno es como Dios le hizo, y aún peor muchas
veces—. Abrí mi boca sorprendida por las ocurrencias de mi abuelo.
Los miré a uno y otro mientras continuaban soltando
frases a diestra y siniestra unos minutos.
—Suficiente—. Observé que ninguno iba a guardar
silencio así que solo atine a decir—. No huye el que se retira—. Los dos me
miraron enseguida, mi abuelo cruzó sus brazos tras su espalda, y Luis solo
sonrió.
Luis miró alrededor un segundo, como si pensara en
algo hasta que volvió sus ojos a mí.
—¿Por qué no vamos por un café?—. Asentí enseguida
ante la idea.
Una porque hacía mucho frío, y otra porque así, mi
abuelo dejaría de ser un espectáculo para los demás.
Cuando él se alejó tomé a mi abuelo del brazo y lo guié. Él palmeo mi mano dos veces al sentirme y me miró.
—Aún entre los demonios hay unos peores que otros, y
entre muchos malos hombres suele haber alguno bueno—. Lo miré enseguida y luego
asentí.
—Lo sé, abuelo —murmuré—, debe hacer uno bueno, ¿no?
El asintió y miro a Luis que caminaba delante de
nosotros.
—Donde una puerta se cierra, otra se abre —dijo mi
abuelo y apuntó hacia adelante. Cuando seguí la dirección de su mano observé al
hombre allí, esperándonos con la puerta abierta, afirmándola para que ingresáramos
a la sala donde la mayoría de las personas esperaban el término del viaje.
Lo observé unos segundos antes de sonreír, miré a mi
abuelo.
—Quizás tengas razón abuelo.
—Ah, mi pequeña dulce, siempre lo tengo, ya lo veras.
Gracias por pasarte!
ResponderEliminarYa te estoy siguiendo :)
De nada, saludos.
EliminarHola!! Formo parte de la campaña de el club de las escritoras, por un club más unido, y al parecer hace tiempo que ya te seguía. Saludos!!!!
ResponderEliminarHola, formo parte del club de las escritoras por la campaña "Un club más unido", ya te sigo.
ResponderEliminarTe dejo el enlace de mi blog:
http://alma-eastwood.blogspot.com.es/
Un saludo ;)
Hola, gracias, yo también te sigo. saludos.
EliminarQué curioso, el abuelo, aunque no sé si les interrumpe o les acerca más ^^
ResponderEliminarGracias por comentar, saludos.
EliminarParticipo en la campaña ¡Por un club más unido! del club de las escritoras!! :)
ResponderEliminarHola, ya te sigo, saludos.
EliminarHola,ya te sigo, saludos.
ResponderEliminarHola, estoy participando en la campaña de el Club de las Escritoras y ya te sigo, aquí te dejo el link de mi blog.
ResponderEliminarhttp://perdiendomeentreletra.blogspot.com/
Hola!! Formo parte de la campaña de el club de las escritoras, por un club más unido :D
ResponderEliminarHola, gracias por seguirme, al parecer ya te seguia, saludos.
EliminarMuy buenas!!! Pertenezco al club de las escritoras. Soy Esther Galán Recuero (socia #18) y vengo a seguir tu blog para que tengas más seguidores y formar un club más unido.
ResponderEliminarMi blog es este:
http://esthervampire.blogspot.com.es/
Un abrazo y nos vemos compañera!! =D
Hola, ya te sigo, muchos saludos.
EliminarHola, Gracias, ya te sigo, saludos.
ResponderEliminarHola! Pertenezco al club de las escritoras. Soy y vengo a seguir tu blog para formar un club más unido.
ResponderEliminarMi blog es este: http://cristinargou.blogspot.com.es/
Nos leemos!
Hola, gracias por seguirme, intente seguirte en el tuyo pero no encontré la opción... lo volveré a intentar de todas maneras, saludos.
EliminarHola,
ResponderEliminarformo parte del club de las escritoras y por su puesto de la campaña "por un club más unido. Te sigo ;-)
Saludoss
http://ponybuscasusitio.blogspot.com.es/
Muy lindo relato, me hizo mucha gracia la cantidad de frases que soltaron uno y otro. El abuelo es adorable ♥
ResponderEliminarTe comento que vengo de la iniciativa Por un club más unido, del Club de las escritoras ♥ Me quedo a seguir el blog. ¡Besos!
http://unjazminenmiestanteria.blogspot.com