martes, 5 de noviembre de 2013

A un Paso del Amor, Segunda Parte, Capitulo 2.



Segunda Parte
Yo tengo el control
Capitulo 2

***

J.: En verdad tu amigo no me agrada.
C.: Ya sabía eso, aunque no entiendo la razón.
J.: Demasiada confianza entre él y tú. Lo que me agradaba era besarte, siempre.
C.: Si, eso también lo sabía, debo decir que me sentía igual.
J.: Sentías.
C.: Continuemos.

***

Era de noche y estaba montando a Nube Veloz cuando vi a Bastian apoyado en la reja, llegue a él.
—Hola bonita—sonreí—hola Cindy—voltee mis ojos y me moví con la yegua hacia el establo. Luego de dejarla en su caballeriza y cepillarla salí, él estaba sentado en la escalera de mi casa.
Sin decir nada llegue a su lado y me senté, luego de unos minutos le pregunte.
—¿Cómo va la relación?— suspiró.
—Bien, me agrada esa chica, y tú.
—Bien, me agrada ese chico—arrugue mi frente un segundo, me miró e imitó mi seño.
—A mí no—miró alrededor.
Podía él saber algo, no era posible.
—¿Por qué? dímelo.
—Tiene algo, solo no me agrada.
—Pero no lo conoces.
—¿Y tú sí?—se puso de pie y lo seguí.
—Más que tú.
—Obviamente—murmuró, metí mi brazo por el suyo y caminamos juntos.
Nos paramos debajo de un gran árbol, yo me subí al columpio que había ahí, él llego detrás de mí y me empujo suavemente.
—Crees que dures más de tres semanas con esa chica—se rio un segundo.
—Ya llevamos una semana.
—Por qué la otra vez te quedaste, ella no quería—dejo de empujarme y lo miré.
—Sí, me lo dijo luego—suspiró—solo…—se encogió de hombros—sentí curiosidad al ver a tanta gente y ese chico estaba parado a tu lado como si me retara a algo—me miró—o como si dijera es mía.

—Claaarooo—negué y reí.
—Los hombres a veces hacen eso.
—Y tú te quedaste para retarlo—pregunte.
—Eres mi mejor amiga—deje de columpiarme y lo miré—están juntos, cierto—asentí—debes tener cuidado con él, no quiero que te hagan daño—voltee mis ojos, no era algo que permitiría, yo era quien manejaba esa relación.
—Gracias, pero se cuidarme sola—él negó.
—No, no lo sabes, menos en esto—se movió hacia el árbol y se sentó, lo seguí y me senté a su lado—pero no te preocupes, si te hace algo yo me hare cargo.
—Por Dios—murmure.
—Tu papá sabe—asentí y él me imitó.
—¿Cómo van las cosas en tu casa?
—Bien, igual que siempre, por lo menos algo bueno de irme a la universidad, se acabaran las discusiones.
—Te echare de menos—él me abrazo.
—Igual yo, eres como mi única familia—lo miré un segundo—tu papá igual, no sé qué hubiera hecho sin ustedes.
—Y yo, siempre me diviertes—volteo sus ojos.
—Pero ahora ese chico te divertirá.
—Aggg—dije—no pienso comentar nada y su nombre es Jet—me puse de pie y camine a la casa.
—Pues te aseguro que no quiero oírlo—me dijo, lo escuche seguirme a mi casa y sonreí.

***

 Sábado en la noche.
Rodrigo tomó la guitarra de Tomas e intento tocar algo, todos nos reímos al escuchar su falta de habilidad. Estábamos sentados alrededor de una fogata cerca del lago, sobre mantas, bebiendo chocolate caliente, idea de Tomas, y comiendo pastelillos.
—Por lo menos lo intenta—dijo Cindy.
Estábamos sentados juntos, yo apoyado en un árbol y ella en mí, ambos con nuestras piernas mirando en diferentes direcciones. Cindy se estremeció suavemente debido al frio y moví una de las frazadas sobre los dos, evite estremecerme cuando ella apoyo una mano en mi muslo para sentarse mejor. Apoye mi mano en su cintura, debajo de la manta y con la otra afirme la taza caliente.
—Eso no es intentarlo, quieres hacerlo tú—le dije para molestarla, ella soltó un bufido.
—Carezco de esa habilidad.
—Pero si de otras—le susurre al oído, sonreí cuando se estremeció.
—Me rindo—se quejó Rodrigo, Bastian estiro su mano.
—Déjame a mí.
—Esto será bueno—murmuro Cindy, la miré y le dije solo a ella.
—No lo hace bien—ella negó y me miro para susurrarme.
—Es bueno, quiere impresionar a la chica.
En ese momento su amigo comenzó a tocar, si lo hacía bien, Cindy me toco la pierna para llamar mi atención, la miré.
—Y tú, que tal eres.
—Tampoco es lo mío, ¿Por qué? ¿Quieres que te impresione?—ella alzo una ceja.
—Quizás.
—Tus quizás me dan que pensar, sabias—ella rio.
—Por eso lo digo—bese su cuello y sonreí.
—Mm—dijo Anita al agacharse cerca de nosotros por una de las mantas —tanto amor empalagoso, basta.
—Que linda—le dijo suavemente Cindy—mejor vete a jugar con Rodrigo.
—Rodrigo—pregunte, la chica se sonrojo y se alejó de nosotros—así que Rodrigo.
—Es secreto de estado—murmuro Cindy y me miró—nada de decirlo por ahí.
—Y que ganare a cambio, necesito algo que me haga olvidar lo que descubrí—ella miro alrededor pensando y luego a mí, sonrió y se acercó para besarme, la alcance a medio camino.
Me pregunte mientras la besaba como es que siempre era suave y cálida, como es que siempre tenía la impresión de que no me era suficiente, quería más que solo besarla. Calma, dijo mi cabeza, despacio o lo arruinaras, solo ten paciencia. Aun así mi mano se movió por su cintura para atraerla más a mí.
Ella se alejó de mí sonriendo y bebió un poco de su tazón.
—Hm—le dije mientras apoyaba mi cabeza en su hombro—tramposa.
Una bolsa cayó sobre mis piernas y miré, Gustavo me había arrojado un paquete de galletas.
—Gracias—le dije mientras lo veía sentarse al lado de Rodrigo.
Él me miro a mí un segundo y luego a Cindy, alzo una ceja y la miré a ella, también lo miraba solo que su cara era seria.
Toque su rostro y me miró.
—¿No te agrada Gustavo?—le pregunte, ella lo miro un segundo, luego negó suavemente— ¿por qué?
—Tiene algo…
—Malvado—la ayude, sonrió.
—Se podría decir.
Miré al chico unos segundos y encontré que tenía razón, ella apoyo su cabeza en mi hombro y sin pensarlo deposite un beso en su frente, me tense un segundo al darme cuenta de eso.
—Tomas es muy simpática y Rodrigo es…
—Rodrigo—dije—no creo que se pueda clasificar, simplemente es Rodrigo—ella se rio—tus amigas también son simpáticas—las miré—claro, excepto Maly, es un tanto seria.
—Sí—dijo ella—es como la adulta del grupo, es un tanto negativa pero solo cuando hay que serlo, aun así es agradable.
—Eso es raro—confesé, me miró.
—¿Como soy yo?—arrugue mi frente.
—No sé, creo que si respondo eso puedo sufrir de lesiones—me miró sorprendida.
—Aja —dijo y entrecerró los ojos.
Como quiso alejarse de mí, la afirme de la cintura y me reí suavemente.
—Bromeaba—murmure cerca de su oído, se detuvo.
—Mira que yo no he dicho como eres tú—me tense y me miró.
—Como soy—ella me encogió de hombros y miró a otro lado, tome su rostro con cuidado para que me mirara. Eso de como soy, me dejo intrigado—dime.
—Tú primero—nos observamos un rato.
—Agradable—dije, ella guardo silencio esperando más—y—pregunte.
—Presumido—abrí mi boca sorprendido y sonrió.
—Enojona—eso por una extraña razón la hizo reír, también lo hice.
—Petulante.
—Sabelotodo.
—Presuntuoso.
—Son sinónimos—alzo una ceja.
—Guapo—solté una carcajada.
—Adorable—se mordió la lengua una fracción de segundo y observe ese simple hecho interesado, moví mi pulgar por su labio inferior—interesante—me acerque a ella.
—Don Juan—murmuró, eso me hizo reír con ganas.
 —No sé si eso es bueno o malo—se encogió de hombros.
—Depende de quién lo miré—me acerque más a ella y roce mis labios con los suyos, cerró los ojos. La miré un segundo antes de besarla correctamente, al acabar me miró y sonreí, luego arrugue mi frente.
—Don Juan—murmure, se rio entre dientes.
Como los demás estaban hablando sobre la escuela decidí prestarles atención.

Esa noche descubrí que Bastian se iría a la universidad al siguiente año y que Cindy deseaba estudiar para ser veterinaria. Solo ellos sabían que deseaban hacer de sus vidas, yo tenía una idea, pero no estaba muy seguro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario