Hola, aquí les dejo un nuevo proyecto correspondiente al mes de junio de Adictos a la Escritura. En esta ocasión el tema era: EL Mito, escribir sobre uno de nuestra región. por esto, he decidido escribir sobre el Piuchén. encontraran un poco de información sobre el mas abajo y un enlace para los que deseen interiorizarse en el tema.
El Piuchén
El Piuchén (del
mapudungun piwicheñ, “Secar a la gente”), también conocido como el Peuchén,
Pihuchén, Pihuychén, Pihuichén, Piwuchén o Piguchén es una criatura
perteneciente a la mitología mapuche, y posteriormente también reintroducida en
la mitología chilota. Este ser legendario se conoce en el Norte Chico, Centro y
Sur de Chile. Este mito es antiguo y es descrito como una culebra con alas, que
sale a cazar de noche, alimentándose de sangre humana. Por eso al momento de la
llegada de los españoles a América, los cronistas o historiadores lo
describieron como un ''murciélago vampiro'' que es originario de Coquimbo.
No tientes a tu
suerte.
Si has oído
hablar de él creerás como todos que no existe, que solo es un mito cualquiera.
Pero yo, que fui tan incrédulo como tú, me veo en la obligación de contar esta
historia, y no para hacerte cambiar de opinión, solo pretendo relatarte como un
fin de semana cualquiera me di cuenta de que algunas cosas sí existen en
realidad.
Era verano, uno
caluroso en la zona, y viajaba solo como otras veces. Un día decidí acampar
cerca de un río y pasar la noche allí. Hacía poco menos de tres horas que había
visitado un pueblo en Chiloé y la curiosidad me había llevado a ese lugar.
Como muchas
veces me dedique a oír a las personas de ese pueblo, sus historias, leyendas y
mitos siempre me divertían. En esa ocasión oí una en espacial con más atención
que las demás. Un grupo de hombres hablaban tranquilamente sobre este ser, un
tal Piuchén, una criatura con forma de serpiente alada bebedora de sangre.
Ellos me contaron que habitaba cerca de los lagos o ríos, y que se ocultaba en
el día. También, al ver mis intenciones, me advirtieron que no tentara a mi
suerte, que no era muy recomendable.